La virginidad

Ser virgen significa no haber tenido relaciones sexuales aún. Existe un tipo te tela en las mujeres llamada himen, la cual se rompe al penetrar a la mujer. Ahí es cuando la mujer deja de ser virgen. Hasta hace poco, en nuestra cultura, ser virgen era una virtud en la mujer y una deficiencia en el hombre. En algunos casos, si el chico tardaba en perder su virginidad era llevado a un prostíbulo por un amigo o algún adulto de la familia.
En el caso de la chica, por el muy contrario, si perdía la virginidad antes de casarse era considerada inmoral, en otras palabras, una chica “mala” con la que ningún hombre querría casarse.
Afortunadamente ahora, en nuestra sociedad, esta idea casi ha desaparecido. Ahora los adultos ya permiten que sus hijos tengan relaciones antes de casarse o vivir en pareja, aunque sigue siendo motivo de preocupación el que sepan tomar precauciones para evitar enfermedades o embarazos no deseados.
En el caso del hombre, este quiere perder su virginidad ya que cree que si lo hace se estará volviendo más maduro. Mientras que la mujer prefieren perder la virginidad de una forma más romántica, expresando el amor y el compromiso que le tiene a su pareja.
Pero no siempre es así, a veces por la influencia de los amigos, uno cree que debe hacer el amor porque se esta quedando atrás. Y esto lo lleva al chantaje o ah decirle frases como << si de verdad me amas, hagámoslo>> a su pareja. Aquí es donde por temor al rechazo, la pareja acepta.



-¿A qué edad se deja de serlo?
No solo depende de la madurez de tus órganos sexuales, sino también de tu madurez sicológica y emocional. No debes dejar que las presiones de tus amigos, por medio de burlas, insultos o comentarios te lleven a hacer algo que no te nace del momento. Si te precipitas, las consecuencias pueden ser nefastas: sentimientos de culpa, baja autoestima, miedo, aborrecimiento y repugnancia a otros encuentros sexuales.
Cuando estés listo, debes de ser sincero en todo momento, expresando lo que quieres, como lo quieres y hasta donde quieres llegar. También te puedes permitir el volverte atrás, rectificarte. Suele pasar que en el ultimo momento pienses que te has precipitado y entonces simplemente dices NO. Del mimo modo si es tu acompañante quien no quiere seguir, debes de aceptar sus dediciones ya que esta en todo su derecho y no debes forzarla. El sexo que más satisface no es en el que se han tenido más orgasmos, ni en el que se han probado distintas posiciones, sino en el que ha habido respeto, confianza y mucha ternura.