jueves, 3 de diciembre de 2009

Políticas Públicas

En nuestro país, donde una buena educación sexual brilla por su ausencia en hogares y Colegios, no existen políticas públicas en cuanto a salud sexual y reproductiva para este segmento poblacional , así como tampoco hay servicios de salud que entreguen a los jóvenes atención diferenciada, la consecuencia es que ellos quedan a la deriva, sin más recursos que los propios, recibiendo además un cruel castigo social : como en el caso de muchachas que por haber quedado embarazadas son culpabilizadas y agredidas por sus padres, echadas de colegios e incluso de sus hogares.
Sabemos además que si dos adolescentes se casan presionados por sus padres debido a un embarazo, lo más probable es que ese matrimonio fracase tempranamente.
Lo inmoral no es que los jóvenes decidan tener relaciones sexuales antes de casarse, sino nuestro comportamiento como sociedad, frente a quienes esperan de nosotros, que como adultos responsables les entreguemos apoyo afectivo, comunicación, educación e información veraz y oportuna.
Existe evidencia científica de que proporcionar información y desarrollar habilidades relacionadas con la sexualidad y las relaciones humanas, ayuda a evitar problemas de salud tanto física como psicológica, y contribuye a crear actitudes más maduras y responsables, en quienes se preparan para ser adultos.

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